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Repartan… del bolsillo ajeno

No es ningún secreto que a nivel internacional las celebridades suelen influir en las decisiones de los votantes, y normalmente el rumbo hacia el que los dirigen es hacia la izquierda. El poder que tienen determinadas personas sobre la opinión pública ha sido empleado para difundir las mentiras y calumnias del socialismo.

En Estados Unidos existe hoy en día una industria cultural plagada de progresismo, con sede oficial en las calles de Hollywood. Adorno y Horkheimer (aclamados teóricos de la Escuela de Frankfurt de evidente tendencia marxista) escribieron en La industria cultural. Iluminismo como mistificación  de masas:

“Film y radio no tienen ya más necesidad de hacerse pasar por arte. La verdad de que no son más que negocios les sirve de ideología, que debería legitimar los rechazos que practican deliberadamente”.

El escrito publicado en 1988 hacía referencia a la ideología capitalista. Treinta y un años después sus palabras pueden ser usadas en su contra. Hoy Hollywood reparte por todo el mundo la ideología izquierdista, utilizan los medios de comunicación para mostrar las “maravillas” de la “distribución de las riquezas”.

Hace unos meses el actor Jim Carrey hizo una polémica declaración: “Tenemos que decir sí al socialismo”. El portal globaliza.com estima que el éxito del actor durante los años 90’s logró dejarle una fortuna de 150 millones de dólares. ¿Dirá sí a repartir sus millones? ¿O esperará a que el estado totalitario que tanto ansía vaya a confiscarle ese dinero?

En el año 2008, la afamada modelo Naomi Campbell entrevistó personalmente a Hugo Chávez, a quien no paró de adular de manera descarada. Lo describe como una persona talentosa y amada por el pueblo venezolano. Según sus ojos, Hugo Chávez era un hombre altruista dispuesto a ayudar a otros países en sus tragedias.

Ese mismo año Chávez expulsó del país a José Miguel Vivanco, representante de Human Rights Watch. ¿La razón? Haber evidenciado que el poder judicial en Venezuela solo era un títere en manos de Chávez.

El tirano le dijo a la ilusa (o ignorante) modelo que en Venezuela estaba comenzando una revolución pacífica y que no tenían ni un solo preso político. Añadió Chávez que no creía que hubiera otro país con mayor libertad de expresión que Venezuela. Once años después los hechos desmienten la propaganda.

Sin embargo, la saludable y muy discreta señorita Campbell decidió creerle al timador. Claro, debe ser sencillo confiar en un tirano socialista cuando tu fortuna de 49 millones de dólares está lejos de su alcance para que pueda expropiarla.

En México la industria cultural no es distinta. Tenemos variopintos personajes progresistas que influyeron para que López Obrador llegara a la presidencia.

Gael García  (el que apoya las causas indígenas y que incluso se ha reunido con guerrilleros) tiene una fortuna estimada en 13 millones de dólares, además cuenta con propiedades en Estados Unidos, México y Argentina, según cuenta el portal de Ciudad Magazine.

Cuando López Obrador comience las expropiaciones, ¿nuestro héroe revolucionario donará toda su fortuna a la causa de la Revolución? ¿o festejará que a otros les expropien sus patrimonios desde alguna de sus casas en el extranjero?

Guillermo del Toro es otro pintoresco personaje que escribe en el pasquín Regeneración (brazo propagandístico de Morena). Allí habla sobre la política golpista que los detractores intentan hacer contra López Obrador. Lo compara con Salvador Allende.

El cineasta sugiere que los opositores están detrás de la escasez de combustible y alimentos tanto en México como en Venezuela.  Todo ello aunado a una serie de palabras que todo izquierdista que se jacte de serlo utiliza: burguesía, trotskistas, revolucionaria, sindicato, resistencia patronal, monopolios transnacionales…

Cualquiera que haya visto una fotografía del cineasta puede constatar que el señor no ha padecido en carne propia una hambruna. Pero los ad hóminem no son la especialidad de la casa. Nos enfocaremos en contabilizar sus posesiones con el único fin de saber todo el dinero que redistribuirá cuando la revolución socialista haya vencido.

Nuestro buen hombre con conciencia de clase tiene una fortuna de 40 millones de dólares. Además de una casa a la que se denomina Bleak House que es el sueño absoluto de los fans del género de ficción. Ahí dentro hay 700 obras de arte originales, que por supuesto serán expropiadas cuando el socialismo sea instaurado exitosamente (disculpe el oxímoron).

Porque Don Guillermo comprende que también su fortuna tiene que ser repartida entre los que más lo necesitan, ¿o no? ¿Acaso resguardará sus bienes egoístamente y se volverá un férreo defensor de la propiedad privada?

A penas en julio pasado el cineasta se encontraba alegre con el triunfo de López Obrador. Hace unos días el gobierno “austero” de Morena dejó sin dinero a los niños mexicanos que participarían en la Olimpiada de Matemáticas.

El respetable señor Del Toro se ofreció a pagar el viaje de los niños. Porque así funciona la izquierda, te rompen la pierna y luego te regalan las muletas. Y cuando el pueblo ya está cojo y mancillado al por mayor, las celebridades que favorecieron a un político, tuitean desde el extranjero que “el pueblo unido jamás será vencido”…

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